La tarjeta del Salón del Veneno
La carta Poisoned Hall del juego de cartas coleccionables Backrooms plantea un escenario peligroso para los jugadores que navegan por los retorcidos pasillos de Backrooms. Esta carta presenta un pasillo bañado por un gas letal, pintando la imagen de un espacio inquietantemente silencioso donde el peligro se manifiesta no como una entidad física sino como una amenaza invisible e insidiosa. La supervivencia aquí depende de la preparación: poseer una máscara de gas proporciona un paso seguro y las recompensas del conteo de cartas. Sin embargo, aventurarse sin uno resulta en daños graves al mazo en mano del jugador, lo que refuerza la idea de que los Backrooms pueden ser tan mortales como misteriosos. Curiosamente, este entorno peligroso también puede convertirse en una ventaja táctica durante los encuentros con entidades, causando daño adicional a los adversarios y añadiendo un elemento estratégico que anima a los jugadores a sopesar los riesgos frente a las posibles recompensas.